El domicilio social de una pyme se define como el lugar en el que se halla la sede administrativa de la empresa en cuestión, así como su dirección. También es aquella dirección en la que radica su principal establecimiento. En la mayoría de los casos, el domicilio social de una empresa suele coincidir con el de su centro de operaciones, también llamados servicios centrales.
No obstante, es posible que haya organizaciones con diferentes centros de actividad importantes, y que tienen que decantarse por uno o bien, por razones estratégicas, decidan modificarlo en el transcurso del tiempo.
El proceso de modificación de domicilio social conlleva seguir una serie de pasos:
- Modificar los Estatutos de la empresa reflejando el nuevo domicilio social.
- Firmar ante notario esta nueva escritura pública confirmando la nueva dirección.
- Inscribir esta escritura en el Registro Mercantil.
- Comunicar a la Tesorería General de la Seguridad Social este cambio, ya sea de manera presencial o a través de su Sede Electrónica.
- Hacer lo mismo con Hacienda, mediante el modelo 036 de Declaración Censal, acompañado de la Escritura Pública nueva y su inscripción en el Registro Mercantil.
Diferencias entre Domicilio social y domicilio fiscal
Con frecuencia, el concepto de domicilio social se confunde con el de domicilio fiscal. Pero la realidad es que se trata de dos conceptos diferentes.
El domicilio fiscal debe estar ubicado en el lugar desde el que se centraliza la gestión administrativa del negocio. Es decir, se debe corresponder con el lugar en el que se recibirán las notificaciones de la Agencia Tributaria.
Lo más común es que coincidan, pero como hemos mencionado no siempre es así, ya sea por decisiones estratégicas o de operatividad.
Fuente e imagen: Cinco Días