Cuando se pone en marcha un negocio, uno de los aspectos más importantes es fijar el precio de los productos y servicios que se ofrecen. Sin embargo, esta tarea no siempre es fácil. “¿Estaré vendiendo mis productos a un importe inferior o superior al que debería?”. Ésta suele ser una duda muy recurrente. Para evitar la incertidumbre, en Declarando han elaborado una guía con consejos que ayuden a fijar los precios.
El CRO de Declarando, Juanjo Traver, explica que el precio es la variable “más impactante en un negocio, ya que un aumento de tan solo un 1 % repercute en un 11 % más de beneficios, muy por encima del ajuste de gastos fijos, que mejora solo un 2,3 % el beneficio”.
Intención de pago
En ese sentido, uno de los consejos que ofrecen consiste en medir la intención de pago del cliente. Esto significa que cuando se diseñe un producto nuevo, habrá que analizar hasta dónde estaría dispuesto a pagar un cliente. Para ello se puede preguntar directamente a la clientela si el precio del producto lo consideran “aceptable”, “caro” o “prohibitivo”.
Por otro lado, se puede realizar una encuesta al cliente utilizando el sistema ‘Escalera hacia abajo’. Este método consiste en preguntar al potencial comprador si estaría dispuesto a contratar un determinado producto o servicio a un precio concreto. Para ello se cuantifica el precio del producto del 1 al 5, considerando el 1 como algo que no se compraría nunca y un 5 como todo lo contrario.
Para definir cómo fijar el precio del producto se pueden tomar en consideración los costes del mismo. En este caso se sumarían los gastos directos e indirectos o el precio de la hora de trabajo y se le aplicaría un margen. Ésta no es la única manera de determinar el precio de un producto, uno también se puede orientar por los precios de la competencia o por el valor que el producto o servicio genera en el cliente.
Igualmente, es importante proyectar el margen fiscal del precio del producto. Esto se puede hacer calculando el porcentaje de beneficios que habrá que pagar a Hacienda al hacer la Declaración de la Renta.
Los expertos aconsejan revisar los precios de manera recurrente y conocer en todo momento qué es lo que hace la competencia y qué le está funcionando.
Fuente e imagen: Cinco Días