“Todo tipo de pymes: desde bares y cafeterías hasta panaderías, tiendas de ropa, supermercados de barrio, etc. Todos ellos preocupados por una misma cuestión: cómo atraer más clientes”. Joel López, trafficker digital experto en sistemas de captación de clientes y CEO de Ads Factory, asegura que los pequeños negocios locales físicos son los que peor parados han quedado de esta crisis, sean del sector que sean.
Según datos de la Confederación Española de Comercio (CEC), las caídas de la facturación se sitúan en torno al 50%. Además, la CEC también señala que entre el 10% y el 15% de los negocios locales no volvieron a abrir después del confinamiento. Y de ellos, uno de cada tres no volverá a abrir nunca. Ciñéndonos solo a un sector, desde la Confederación Empresarial de Hostelería de España estiman que, en el peor de los escenarios, las consecuencias de la pandemia podrían provocar el cierre de más 85.000 establecimientos. Esto supondría la pérdida de entre 900.000 y 1.100.000 de puestos de trabajo, entre directos e indirectos.
Negocios físicos: los grandes afectados
Vivimos una situación complicada. Las empresas se han visto afectadas en mayor o menor medida ante la crisis del coronavirus. Pero, tal y como destaca Joel López, los grandes afectados han sido los negocios locales, los establecimientos físicos, independientemente del sector.
El confinamiento disparó las ventas online. Según el último estudio publicado por IAB Spain, las compras online de los consumidores han aumentado un 51%. Si bien es cierto que la mayoría de ellos volverán a equipararse a los niveles pre-confinamiento, el 25% de ellos admite que aumentará su frecuencia a la hora de comprar por internet. Es por ello que los negocios físicos, aquellos negocios de barrio, son los que están teniendo más dificultades a la hora de recuperar su actividad.
Los hábitos de consumo han cambiado. Los consumidores buscan nuevos canales a través de los que comprar, facilidad a la hora de adquirir un producto o servicio, etc. La digitalización es ya el presente y no el futuro. Y ya no importa la dimensión o la envergadura del negocio, sino que “lo que realmente determina las posibilidades de sobrevivir a esta crisis es la facilidad para adaptarse a los nuevos tiempos”, señala López.
La satisfacción del cliente como máxima
Las pequeñas empresas deben esforzarse por adaptarse a la nueva realidad. El principal problema, según señala el CEO de Ads Factory, es que los negocios locales “no acaban de entender que los sistemas de atracción y captación de clientes han cambiado”. Ya no basta con dar a conocer el producto o servicio que se vende, sino que es vital conocer al cliente. Es decir, ahora hay que personalizar la compra y poner en valor lo que quiere el consumidor y dárselo. Los esfuerzos deben centrarse en encontrar ese valor añadido que busca el consumidor y ofrecerlo. Por supuesto, como adelantábamos, a través del mayor número de canales posibles y siempre con presencia online.
Un negocio local tiene posibilidades de poner en práctica estos cambios. Redes sociales, publicidad local o habilitar el reparto a domicilio son solo algunos ejemplos de la estrategia que puede iniciar un negocio de barrio. La clave es optimizar el presupuesto para llegar a los clientes potenciales.
El cliente debe convertirse en la clave de la estrategia de estos negocios. E internet debe ser canal fundamental para desarrollarla. Pero no solo para vender el producto o servicio, sino como base para encontrar ese público objetivo.
Oportunidades de los pequeños negocios
“A veces, los pequeños negocios tienen mucha más facilidad de la que creen para adaptarse a los cambios”, asegura este experto. Y es que la estructura de una empresa grande es más rígida, mientras que un negocio pequeño tiene más posibilidades de flexibilizarse.
Las campañas de publicidad online ofrecen la posibilidad de delimitar geográficamente. Esto es muy útil para ajustar el presupuesto, que en negocios pequeños suele ser más ajustado, pero también llegar a un público objetivo más concreto y cercano. Al fin y al cano un negocio local quiere posicionarse en el barrio donde se encuentra, por lo que debe centrarse en él.
Pero también ofrecer nuevas prestaciones es una estrategia a perseguir. Abrir canales de compra, anuncios por las redes sociales o empezar a servir en el domicilio son servicios que un negocio local puede empezar a ofrecer y que los clientes seguramente acojan positivamente, ya que las nuevas demandas de los consumidores apuntan a ello.
Se trata, por tanto, de que los negocios locales se adapten a esta nueva realidad. Busquen la manera de llegar a sus clientes, priorizando sus demandas. Internet debe ser la base para llegar al consumidor y para basar su estrategia de venta. Ya sea para dar la posibilidad de comprar directamente online, o bien para utilizarlo como la vía para captar clientes.
Fuente e imagen: Cinco Días