Luz verde a la ley Crea y Crece. El Consejo de Ministros ya ha aprobado el proyecto de ley, que se contempla dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Esta norma tiene por objetivo impulsar la creación de empresas, facilitar su expansión y mejorar el clima de negocio en todo el territorio nacional. Así lo ha explicado la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.
Calviño ha advertido de que la ley Crea y Crece reduce el coste económico en la creación de empresas, además de simplificar los trámites. Asimismo, permitirá la constitución de una Sociedad de Responsabilidad Limitada con un capital social de un euro, frente al mínimo actual de 3.000 euros. Y, por otro lado, promoverá la creación telemática, lo que supondrá la reducción de plazos y de costes notariales y registrales.
La ley también contempla otras medidas relativas a la morosidad en las operaciones comerciales. Cabe destacar que la morosidad es una de las principales causas de los problemas de liquidez y rentabilidad y solvencia de muchas empresas, especialmente en las pymes.
Acceso a subvenciones públicas
La vicepresidenta primera del Gobierno ha recordado que en todas las relaciones comerciales que se hagan entre empresas existe la obligación de expedir y remitir factura electrónica para garantizar así una mayor trazabilidad y control de los pagos.
Por otro lado, el texto incluye que las empresas que no cumplan los plazos legales de pago no podrán acceder a subvenciones públicas, incluidas las del Plan de Recuperación. Así, el Gobierno prevé la creación, en el plazo de seis meses, de un observatorio estatal de la morosidad, que se encargará de hacer un seguimiento de los plazos.
Igualmente, la ley Crea y Crece supone una mejora en la eficiencia del marco regulatorio de las actividades económica al simplificarse la legislación existente, eliminar obstáculos y agilizar los procedimientos. También se amplía el catálogo de actividades exentas de licencia. Todo ello sin olvidarse de potenciar instrumentos alternativos al crédito bancario como el crowdfunding o la financiación participativa.
Fuente e imagen: Cinco Días